10 formas de proteger la piel de nuestro bebé
Por: Dra. Emma Guzmán
Dermatóloga/ Cirujano Dermatólogo
Web Dra. Emma Guzmán
1.
Evitar la exposición al sol antes
de los 8 meses.
2.
Aplicar protector solar para
niños 1 hora antes del sol, y cada dos horas.
3.
Baño diario con jabón de bebé,
con la menor cantidad de perfumes o colorantes; deben evitarse los jabones
llamados "neutros "y los de avena o manzanilla, que pueden secar más
la superficie de la piel
4.
No estregar la piel del bebé con estropajos,
esponjas o toallas, sólo utilizar la mano y el jabón.
5.
Aplicar al finalizar el baño
crema (emolientes) sobre la superficie de la piel; se preferirán las cremas que
contengan petrolato sólido o líquido y se evitarán las que contengan perfume o
colorante en exceso. En las áreas con mayor descamación o resequedad puede
aplicarse la misma crema varias veces durante el día.
6.
Evitar aplicar talco o aceites
minerales sobre la superficie de la piel.
7.
Para el aseo de la zona del pañal se utilizará exclusivamente
agua y algodón, asegurándose que se encuentra la piel seca antes de colocar el
pañal.
8.
La ropa del bebé se preferirá
de algodón; de manera general debe usarse sólo pañal, franela y mameluco,
evitando abrigarlo en forma excesiva lo que puede favorecer la aparición de
salpullido; debe cubrirse al bebé en forma proporcional a como se abrigaría el
adulto. Se deben evitar ropas muy calientes
9.
La ropa del bebé debe lavarse con jabón de pasta, evitando
detergentes, suavizantes y cloro, que pueden irritar la piel e incluso en
algunos casos ser tóxicos.
10. Evitar aplicar cremas medicadas en la piel, sin indicación por el pediatra
o dermatólogo
La piel del niño, y sobre todo la del
recién nacido, tiene características especiales que la hacen diferente en
relación con la del adulto.
Desde el punto de vista físico la piel en el recién
nacido es 40 a 60 por ciento más delgada esto aumenta el riesgo de toxicidad
por agentes aplicados sobre la piel, por lo que los medicamentos que se
administran en ella (cremas, pomadas, ungüentos, etc. ) no pueden ser
utilizados en la misma concentración y duración que en el adulto lo que
conlleva mayor permeabilidad a muchas sustancias.
Asimismo, la piel más delgada favorece la pérdida de agua y calor,
evento más importante en los prematuros. En esta etapa de la vida la piel es
químicamente menos ácida, debido al ácido láctico y bajo contenido en ácidos
grasos, lo que disminuye su resistencia a agentes infecciosos y parasitarios.
En cuanto a su función, destaca el insuficiente desarrollo de mecanismos
defensivos: las glándulas sebáceas son escasas y el desarrollo del sistema inmune
(de defensa) es inmaduro todavía, lo que condiciona riesgo a contraer
enfermedades de la piel de tipo infecciosas e inflamatorias.
La piel del bebé es muy vulnerable, ya que
posee menor capacidad de protección Esta menor capacidad de defensa hace que la piel del recién
nacido merezca una atención especial
cómo hidratar su piel,
limpiarla, usar ropa adecuada, así como protegerlos del sol.
Las zonas más delicadas, como la barbilla o
el gluteo, son más propensas a
estar húmedas, y donde se forman pliegues, requieren mayor hidratación ya que se
acumula sudor y es donde más
irritaciones aparecen.
Se recomienda utilizar un gel de baño especial para la piel del recién nacido, ya
que ésta es muy delicada ante la acción de jabones o detergentes demasiado
fuertes, que pueden llegar a secarla o irritarla. El shampoo a utilizar debe
ser no irritante para los ojos del bebe y asi evitar irritaciones.
Los jabones y geles suaves para bebés se
disuelven rápidamente con el agua, hacen muy poca espuma y son adecuados tanto
para la piel como para el cabello. En un recién nacido es aconsejable evitar
cualquier sustancia sintética de alto poder espumoso, lo ideal es lavarle con
un jabón que tenga un pH de 4 a 4’5.
Respecto a la zona del pañal, se puede
limpiar delicadamente con agua o usar toallitas para pieles sensibles. Una vez
limpia la zona, se puede poner crema protectora para prevenir irritaciones.
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